Si los detalles de las piezas impresas, no tienen un buen acabado o directamente no se distinguen, estamos ante un problema de dificil solución, ya que lo más probable es que nuestra impresora no se ajuste a las exigencias del diseño que se desea imprimir. En este caso, tenemos dos opciones:
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Rediseñar la pieza: Un redimensionamiento de la pieza o un aumento de volumen en los detalles, puede causar una mejora notable en los resultados.
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Cambiar la boquilla del hot-end: Cambiando el diámetro de salida del extrusor a uno menor, con su consecuente notificación del cambio al software en el que se indique que extruimos con una boquilla de inferior diámetro, se pueden conseguir resultados más precisos en los detalles de la pieza.
Una última opción menos recomendada sería engañar a la impresora, introduciéndole un valor de diámetro de la boquilla del extrusor falso, para así conseguir que imprima mejor las zonas con más detalle. La parte negativa de este método es las demás zonas de la pieza pueden no imprimirse correctamente.